Hace algún tiempo que se lo digo a algunos amigos. Que en los últimos años, poco a poco estoy recuperando sensaciones que tenía cuando era un niño: la pasión por hacer las cosas bien, la ilusión de lo inesperado, las ganas de jugar y de divertirme, la sensación de que podemos llegar tan lejos como nos propongamos.
Precisamente, justo hace unos días me encontré con este vídeo y entonces me di cuenta de que era una de esas grandes verdades: sí quiero ser un buen emprendedor porque quiero recuperar todo lo bueno que tenía cuando era un niño y que me dejé atrás en el camino.
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