Hace ya algunas semanas (quizá meses pero mi percepción del tiempo está ligeramente alterada) que quería hablar de la “prueba del PCM” que mencionó Didac Lee en Iniciador.
Esta es una prueba que nos sirve como test muy simple para saber si estamos listos para presentar un proyecto, idea o producto de forma efectiva. Ahora que algunos os estaréis preguntando en qué puede convertirse esta prueba tan efectiva os diré que PCM significa “Prueba Con Mamá”.
Y de hecho, y lo digo por experiencia propia, no hay nada más complicado que hacerle entender a tu madre un proyecto en el que estás trabajando básicamente porque entran en juego tres factores:
a) Tendemos a abandonar antes de intentarlo. Esto se reconoce si nos descubrimos recurriendo a la frase “Es que es muy complicado, no lo vas a entender”. Esa es la salida fácil porque ponemos el acento en las dificultades o desconocimiento que pueda tener el otro para zafarnos del problema y no en nuestra propia virtud para hacer algo comprensible.
b) Tenemos que renunciar a la terminología técnica. No siempre ocurre, pero la mayoría de las veces no comparte nuestra experiencia de formación y / o profesional. En cuanto nos vemos desprovistos de cierto vocabulario (que en ocasiones sólo nos sirve para encubrir la falta de compresión de aquello que intentamos explicar) nos encontramos “desnudos” y con muchas dificultades para comunicar.
c) Tu madre sabe exactamente dónde te duele. Este es un factor que añade dificultad a la prueba. Tu madre probablemente se haya pasado una parte importante de su vida haciendo evidentes tus defectos y puedes estar seguro de que si hay alguna inconsistencia en tu discurso, la va a descubrir y atacar despiadadamente (esto no es malo, sino simplemente tarea de madres), así que ya puedes estar bien seguro de que lo que explicas es coherente. Si no lo es, lo descubrirás rápidamente porque empezarás a reaccionar emocionalmente y soltar frases del estilo “Déjalo, no lo entiendes”.
Para superar la prueba en primer lugar hay que entender bien aquello que queremos explicar. ¿Cómo sabemos si hemos comprendido bien algo? La prueba es muy fácil, esto lo descubrimos si somos capaces de traducir aquello que explicamos a elementos que estén en el ámbito de experiencia de la persona a quien se lo estamos explicando (a esto le llamo “tender puentes”). Pongamos un ejemplo:
Imaginaos que os llamáis Albert Einstein y tenéis que explicarle a vuestra madre la teoría de la relatividad general en concreto esta parte:
“La teoría de la relatividad general propone que la propia geometría del espacio-tiempo se ve afectada por la presencia de materia, de lo cual resulta una teoría relativista del campo gravitatorio. De hecho la teoría de la relatividad general predice que el espacio-tiempo no será plano en presencia de materia y que la curvatura del espacio-tiempo será percibida como un campo gravitatorio.”
Si decís esto a vuestras madres, pueden pasar dos cosas:
1) El shock de tantas palabras juntas sin sentido colapsan a tu madre y se desmaya.
o
2) Tu madre te mira con cara de “vaya, el niño ya ha estado fumando cosas raras otra vez”.
Para evitar esto y “tender puentes” Einstein cogería elementos que están en la experiencia de su madre. Dígamos por ejemplo una sábana y unas cuantas pelotas de tenis y ping-pong.
Einstein podría haber extendido la sábana y colocar las pelotas encima. La sábana obviamente se curva de forma desigual debido al peso. Si además, colocamos las pelotas de ping-pong suficientemente cerca de las de tenis veremos que éstas “caen” o se ven atraídas por las pelotas de tenis. Ahora con decir “¿ves? las pelotas son como planetas y estrellas y el espacio-tiempo es la sábana. Los planetas hacen que el espacio se curve y atraen elementos de menor peso (masa sería el término correcto pero peso es el que entiende tu madre), a eso se le llama gravedad.”
Entonces tu madre, mirará la sábana un momento, te mirará y dirá “pues claro niño, no has descubierto nada del otro mundo”. Si has llegado al punto en que a tu madre le parece tan obvio algo que tú sabes que en realidad es muy complicado, has pasado la prueba con nota. Si has sabido traducir tu idea a términos comprensibles para tu madre (con todas las dificultades añadidas que he explicado) hacerlo con los demás es fácil.
Así que si alguna vez te parece que un proyecto tuyo es demasiado complejo como para que alguien lo entienda, piensa en que Einstein le acaba de explicar a su madre la teoría de la relatividad general a su madre.
Una última cosa, dicen que la sencillez nace de la complejidad y que alcanzarla requiere trabajo.
Hab?a o?do hablar de ella a D?dac Lee.
?Buena descripci?n Alberto!.
Hay otra frase de Einstein, que no s? si conoc?as pero que viene muy al caso: "No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicarselo a tu abuela" En esta ocasi?n ser?a PCA (Prueba con tu abuela)
Yo lo he hecho en alguna ocasi?n y creo firmemente que la frase se cumple, quiz?s m?s que con las madres.
En cualquier caso buena descripci?n.
Saludos.
Gracias ?lvaro, desconoc?a completamente la frase pero me imaginaba que Einstein hab?a aplicado en alg?n momento el concepto porque era muy buen comunicador.
Quiz? para garantizar que est?s preparado de verdad para "vender" un proyecto probablemente tengas que explicarle el proyecto a tu madre, a tu abuela y a la vecina del quinto (aunque en ese caso, muchos quiz? intenten venderse m?s a s? mismos que al proyecto).