Dos de la madrugada y nosotros aquí
arremolinados bajo el humo
saltando entre peñascos de palabras
volando ligeros
con pocas maletas
y muchas alas.
El tic-tac de un reloj quizá
pero nosotros ya lo olvidamos
nosotros bailamos a otro compás.
Acércame ese fuego payo
vamos a prendernos juntos
quememos la noche
que no nos importa el humo.
Acércame esa lágrima paya
que me bañaré en tu mundo
acércame tu corriente
me sumergiré desnudo.
Atenas, 12 de junio de 2003
Comentarios